Yair Lira y la Infinita Tristeza

Fue algo que había dado por perdido: asistir a un concierto de los Smashing Pumpkins; años atrás me los perdí con su gira del Adore, era joven, muy joven y papi no me dejó ir, jojojojo.

Billy volvió, quizá cumpliendo alguna promesa que desconozco, quizá por mera cuestión de marcas, corporaciones disqueras y demás, pero está de vuelta.

Yo no sé, como la estrella fugaz que has pasado toda la noche queriendo mostrarle a alguien y cuando por fin pasa, ese alguien ya no está junto a ti para mirar el cielo.

Los pumpkins están aquí, y en verdad lo digo, ojalá no lo estuvieran; he sido fan, sé las letras, cantaré los coros, agitaré los brazos, y doy fe que lloraré en alguna pieza, y quizá se note de entre mi máscara la linea de llanto. Pero algo hace falta aquí que se requiere para disfrutar.

Ahora sé que no estaba bien allá adentro solo, pero es verdad que no estoy bien solo acá afuera, pero adentro se siente igual.

Ataré fuertemente mi máscara al rostro, y esta vez llevaré una armadura invisible y de cristal; sonrisa lista, compañía lista, boletos listos, lo más importante hará falta, pero queda el consuelo de ver a Billy tocar…

Un comentario en “Yair Lira y la Infinita Tristeza”

  1. LOS VI EN MONTERREY, Y NO SABES…
    AVA ADORE, VIVI, RESPIRE Y SENTI, ESE SUEÑO HECHO REALIDAD.

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