Renglones de un tal 17 de mayo a Mario Benedetti

Renglones de un tal 17 de mayo a Mario Benedetti

Los periódicos deben estar locos…
andan rumorando que usted se nos fue,
que se murió,
lo escupen a ocho columnas,
“Ha muerto Mario Benedetti”
¿Cómo se le iba a ocurrir morirse, maestro?
Yo le dije que si usted se moría, del coraje, lo mataba…
Sin embargo… hay un hueco entre mis costillas
del tamaño de tres corazones rotos
y las lágrimas con sabor a un sabor que sabe amargo
no me dejan leer las letras pequeñas
en las que dicen que no es cierto
que usted sigue sonriendo, escribiendo su penúltimo libro.
Porque siempre, siempre tiene que ser el penúltimo, maestro…
Yo a usted,
A usted don Mario,
no lo puedo conjugar en pasado,
no me da el vocabulario,
no hay verbo para meterlo a un ataúd
y luego llorarle algún sitio apartado en el centro de Montevideo…
¡Cómo son idiotas los periódicos!
Mario Benedetti no se va…
a ese viejo de cabello gris, le quedan muchos sueños pendientes…
y la poesía le sigue brotando de cada canalización en los hospitales…
… pero que noticias tan imbéciles,
Si el maestro no hace mucho se reía de nuevo
de los doctores y de su teoría de los intestinos y la neumonía…
¡Qué va, Don Mario! ¿Muerto usted?
Pero primero se acaba el mundo, primero se termina el vino tinto y el churrasco en el planeta…
primero llora toda América al unísono y los países se vuelven del Sur y los visceversas se enderezan y a los formales se les quita el frio…
Sospecho de mis ojos traidores que no dejan de tirar lágrimas,
pero no les haga caso don Mario, estos ojos pendejos se lo creen todo a la primera…
Pero sospecho que esta vez va en serio, Don Mario…
Esta vez ya estaba hasta la madre de este mundo que nomás no podemos echar pa´lante
Y ahora si nos dijo en serio: “ya no más” y “ahí se las arreglan”
Sospecho de los compañeros incrédulos que me llaman pa decirme lo mismo que he leído
Eso de que se nos fue…
y me la voy creyendo a cada poeta que calla… a cada sonrisa que se apaga…
y a cada centímetro de existencia que se me desmorona….
Don Mario…
Doy fe de que este mundo ya no le merecía,
Don Mario
Doy fe de que su paso cansado tenía que acabarse un día…
Don Mario
Seguro Montevideo está calladito y con el cielo encapotado
Y el mundo, conforme se va enterando, igual, dice lo que puede
Y yo…
pues perdone la simpleza de mis letras,
Pero yo que le voy a escribir ahora,
si le escribí en su tiempo, a su hora, en su momento
y a mi modo y como pude, le prometí que me iba a partir la madre por que el Sur
Siguiera tambienexistiendo…..
Y ahora ¿Qué le digo del Sur?
¿Qué le digo?
Le digo que a este mundo ahora le falta un gran poeta…
y que mañana seguro lo leerán en los medios, en los enteros, en los periódicos
y le aseguro que le lloverán los homenajes,
Los merece… usted ya cambió el mundo…
Y me cambió a mi
Y a los poetas que queremos ser poetas, sencillamente poetas…
Don Mario… ¿Qué le digo?
Andariego, poeta de cabello gris y bigote silencioso…
Me duele, me duele su silencio
Me duele su libro inconcluso en la cabecera de su cama
Me duele el café pendiente en Montevideo algún jueves a las ocho menos quince…
¿Y qué le digo?
Nomás le advierto,
Que no estoy dispuesto a conjugarlo en pasado
Que en este pedazo de tierra en el que vivo, los muertos no se van si uno no quiere…
Así que se queda…
¿Está de acuerdo, maestro?
Me niego a seguir escuchando lo que dicen de su muerte,
Y le voy a armar una vida re bonita en el Tenampa, a un ladito de mi Jaime Sabines y mi José Alfredo, pa que le cuenten lo que le hacemos acá a los poetas cuando insisten en morirse….

Andrés Castuera-Micher

PD: Yo sí escribí, pero aquí.


9 opiniones en “Renglones de un tal 17 de mayo a Mario Benedetti”

  1. Nunca fui fan declarado de Don Mario, pero negar su obra, sería tanto como negar que la tierra es redonda… ¿lo es, verdad?, descanse en paz Don Mario, que el mundo sigue girando.

  2. y ahora mas que nunca…
    no me quedo inmovil al borde del camino
    no me salvo
    no me lleno de calma
    no reservo del mundo
    solo un rincon tranquilo
    no me quedo sin labios
    no me duermo sin sueño
    no me pienso sin sangre
    no me juzgo sin tiempo
    no me salvo ahora
    ni nunca

  3. si no se queda ella contigo ¿puedo quedarme yo? . .. . solo que duermo con calcetas, ¿no hay pedo?

    jajajaja

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