Estoy triste, deprimido, cansado, aburrido, desilusionado, con una extraña paz, con una soledad que ahora me queda bien, y no sé si quiero dejar de estar solo, pero quiero estar con alguien, quisiera estar con ella, mejor aún, que ella quisiera estar conmigo; quiero estar con alguien que no sea ella, o que alguien que no sea ella quiera estar conmigo, pero no quiero estar con alguien por no estar solo; creo que por eso quiero un telescopio para encontrar cosas nuevas que no deba compartir más que conmigo, estando a solas bajo una noche fresca y sí, triste.
Entonces no es que no quiera estar solo, quiero estar con alguien y que alguien esté conmigo; pero perdí la ilusión, las ganas, la fuerza; mis últimos suspiros se los llevó aquella mujer que ha dicho que no volverá, y por si fuera poco se llevó todo lo que valía la pena. Y ahora ya no necesito de nada extraordinario, y que lo ordinario se vuela aún tan mundano, para que no tenga sentido compartirlo con alguien; de vuelta al solitario que solía ser, introvertido, alejado del mundo albergando un mundo diferente que ya no me dirá más que lo mismo. No tengo más que decir, sería compartirme con nadie que pueda leer esto, y no tiene caso ya. Vendrá un telescopio, volveré por el tunel del que una vez salí, y sólo quedará en alguien de acá afuera un vago recuerdo de lo que existe aquí dentro.