Si la muerte…



Si la muerte viene y pregunta por mi
haga el favor
de decirle que vuelva mañana
que todavía no he cancelado mis deudas
ni he terminado un poema
ni me he despedido de nadie
ni he ordenado mi ropa para el viaje
ni he llevado a su destino el encargo ajeno
ni he echado llave en mis gavetas
ni he dicho lo que debía decir a los amigos
ni he sentido el olor de la rosa que no ha nacido
ni he desenterrado mis raíces
ni he escrito una carta pendiente
que si siquiera me he lavado las manos
ni he conocido un hijo
ni he emprendido caminatas en países desconocidos
ni conozco los siete velos del mar
ni la canción del marino
Si la muerte viniera
diga por favor que estoy entendido
y que me haga una espera
que no he dado a mi novia ni un beso de despedida
que no he repartido mi mano con las de mi familia
ni he desempolvado los libros
ni he silbado la canción preferida
ni me he reconciliado con los enemigos
dígale que no he probado el suicidio
ni he visto libre a mi gente
dígale si viene que vuelva mañana
que no es que le tema pero ni siquiera
he empezado a andar el camino.
Miguel Huezo Mixco
Qué bueno que el LHC no explotó, y no se acabó el mundo, neta ganas no faltaban, pero me hubiera ido sin sexo del fin del mundo, y eso NO puede ser.

PD: La parte uno es como para que reflexionen en lo que no han hecho y se la hubieran pelado si en verdad el LHC hubiera destruido al mundo. La parte dos, para que vean que demasiado sexo nunca es suficiente. Siguiente entrada: I am a pretty hate machine.

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Escuchando a: REM – Its The End Of The World
via FoxyTunes

04082008(001).jpg

Ella arreglada bajo las exigencias de su trabajo de oficina: tacones, pantalón de vestir, blusa, chamarra y bolsa; fuma despreocupadamente mientras lo mira a él.
Él por su parte desarreglado, bajo las nulas exigencias de su trabajo de oficina que no le pide ningún atuendo en especial: mezclilla, tenis (rotos por cierto), playera azul y chamarra (de mezclilla también), él no fuma pero la mira y mientras la mira, se le antoja el cigarro.

Ellos se conocen de aquél beso pronunciado en el interior de un auto, a mitad de la noche; y antes de eso, se conocen cuando él rompía con aquella y ella rompía con aquél; y antes de eso, se conocen de cuando ella estaba con aquél, y él con aquella, y todavía de antes, cuando ella lo dejaba a él y él se quedaba sin ella; y de mucho antes, cuando él, con poco de conocerla, estaba invitándola a ella a salir.

Pero lo que los trae a su café puntual es de apenas un mes, quizá dos, cuando después de ese beso pronunciado en el interior del auto, se encontraban con la verdad: ella había encontrado a alguien más y él, se veía forzado a estar de nuevo sin ella.

Ellos tan amigos y tan culpables estaban mirándose uno al otro en la mesita de aquel café. Ellos disfrutan su compañía. Son como dos hojas que el viento siempre junta de algún modo. Ella disfruta, como siempre, coquetearle a él, él ya no se cohíbe y le coquetea a ella. El tiempo ha pasado, ellos que tanto se conocen ya no se conocen del todo, ellos han cambiado, ahora ella se cohíbe de él, y el disfruta coquetearle a ella. Ellos siguen siendo tan cómplices, tan amigos, tan extraños y tan incitantes. Ella lo tiene a él, y él la tiene a ella, pero ellos no hacen más que disfrutar su complicidad tan desconocida pero tan familiar, quizá un día ella se quede con él, o quizá él un día se quede con alguna otra, ellos no saben, y a ellos no les importa, sólo les gusta ser por siempre Él y Ella, sentados frente a frente, cerrándose el ojo y bebiendo café.

Ella: ah mira que bonito se ve
Él: deja le tomo una foto
Ella: ¿a ver, cómo salió?

Él: bien, salió muy bien…

PD: Una competencia reñida, por poquito y se consideraba empate entre todas las fotosy hubiera escrito «Quince historias en un post» pero al realizar el conteo final de votos, ganó esta por un voto. El voto doble de Jolie no contó, no vale votar doble.

Fotos al azar

Zero Fest Heroes
Jack is in da house
Birthday Pizza!
Prueba de cámara
De los enamorados o Del café puntual
De los tragos coquetos
No la beban, ¡tírenla! o Tumbación Café Tacuba
Ropa de plástico
Ni se ve tan mala
Su último rastro material
La peda con la Rusa, las dos Polacas y la Sueca
WTF?
Tú ya estás pedo, te ves borroso
Lynch, mesa para uno
Una imagen dice más que mil palabras, pero se requiere de palabras para contar lo que hay detrás de cada imagen. Una depende de la otra y viceversa, toda un conjunto de palabras pueden construirnos una imagen.

Recorriendo el nuevo baúl de los nuevos recuerdos, encontré fotos, muchas fotos de las que yo no suelo tomar, ni me gustan, me gusta recordar las cosas a mi modo, no necesariamente de la forma en que sucedieron, pero cuando mi mente se va demasiado, cuando se pierde, cuando se nubla, es ahí cuando abro el sobre y tomo una foto, recorro el esqueleto del pasado y ajusto de nuevo la medida de mis recuerdos, después de todo es cuestión de cómo se desee recordar…

[Voten por su imagen preferida, y contaré la historia detrás de la ganadora]

Guanajuato.jpg/WTF (Actualizado al 2008)

Viernes veintinueve de agosto de dos mil ocho [perdón, había puesto dos], después de haber abandonado mis deberes en la apocalíptica y decadente ciudad de México, me dispuse a abordar el camión que en las siguientes cinco horas habría de trasladarme hasta la tierra de nadie: Salamanca.

Después de ese viaje que sirvió para ver dos películas malas, escuchar música y pensar, fui recibido por la señorita salmantina Lidia, que ustedes conocerán más por su nombre de Internet, Jess.
Un simpática rubia (no natural) alta y sumamente amigable me recibía en su flamante Honda Civic azul. Yair había pisado tierras salmantinas y había que demostrar que la «tierra de nadie» en realidad tiene cosas que ofrecer.

Después de hacer mi check in en el hotel que me brindaría cama y agua caliente, la señorita Lidia me llevó a la primera parada de la noche, el charco de las ranas versión Salamanca, que nada tiene que ver con el de la ciudad de México, pues de entrada no es Charco de las ranas, lleva otro nombre que no puedo recordar. En esa primera parada degusté una carne arrachera de excelente sabor, así como pude percatarme de la tendencia de Lidia (que llamaremos de aquí en delante Jess, para evitar confusiones) a destruir bosques de coníferas y de su manía casi implacable por utilizar un árbol del amazonas para mantener sus dedos y boca limpia. La cosa número once que no sabías de Jess) utiliza en promedio 5 servilletas por cada platillo.
Con el estómago lleno me presentó Salamanca en sus calles nocturnas, su glorieta, su calle principal, la zona nice, el oxxo y, me libró de quedarme estancado en el tráfico ocasionado por un tren fantasma, sí, leyeron bien, un tren fantasma que sólo Jess puede ver, y que mientras todos los autos cruzaban las vías, Jess estoicamente decía: para allá no porque está el tren y no podemos pasar, después de unos minutos el tren fantasma desapareció y Jess nos cruzó por las vías. ¡Abusada!
En Salamanca no hay cantinas, les llaman botaneras, y para suerte mía hay un bar rock, Orange, que supongo viene del color del lugar. Tranquilo, música en vivo, tragos coquetos (entiéndase tragos coquetos como cócteles) y rock, mucho rock, la susodicha bandita me jugó una broma al tocar el intro de una canción de Juanes, y de inmediato cambiar a una rola de Jaguares (que obviamente yo desconocía). Al salir precisé de indicarle a Jess dónde había estacionado su Honda azul, pues yo tenía sueño y no quería pasar media hora ayudándole a buscarlo por el estacionamiento vacío, además al día siguiente partiríamos a el oh hermoso Guanajuato.

Lugar: entrada de mi hotel; hora: nueve treinta am. Abandoné el lugar para dirigirnos a la parada inicial, las famosas quesadillas de Salamanca, la especialidad: quesadillas de carne de cerdo en chile negro, osea, una delicia para iniciar el día. Cuando domine al mundo y tenga que elegir por qué no destruir Salamanca, será por sus deliciosas quesadillas de carne de cerdo en chile negro. ¡Ah sí! y porque ahí vive Jess… claro, claro, cómo olvidarlo…[Risa nerviosa]

Tanque lleno, panza llena, maletas a la cajuela, Jess al volante, partimos rumbo a Guanajuato.

Guanajuato, la ciudad de las leyendas, los empedrados, cantera multicolores, callejones, plazuelas, fuentes, estatuas, túneles, música, belleza por dónde se le busque.
Había estado ahí en dos o tres ocasiones, muchos años atrás, cuando niño, pero no había podido apreciar la belleza de la ciudad con la percepción adecuada, cuando niño sus monumentos no me eran más que monumentos, lo más cool eran las momias, y nada más, esta vez fui cautivado por la universidad, con su pared de cantera de colores, su escalera impresionante, sus pasillos clásicos.

Ahora me detengo a pensar, de ¿qué carajos sirve que les diga, les cuente, suba las fotos? de nada, una serie de imágenes que no relatan un viaje, pues en ninguna salgo yo, y en verdad dejé de tomar fotos hace ya mucho tiempo, y en realidad, una fotografía de un lugar no transmite la magia del mismo, hay estatuas, colores, callejones, incluso una graciosa foto de un letrero poco correcto, pero todo les resultará inerte y poco atractivo, a fin de cuentas fue mi viaje, mis recuerdos y no hay palabra que pueda transmitir la belleza de ese lugar llamado Guanajuato, así pues, dejo las fotos.


Así es la cosa número doce que no sabían de Jess: Su calzado combina hasta con el piso del hostal, nada más para que ven cuanto estilo tiene esta mujer.

10 cosas que no sabías de Jess

Y para que no les digan y no les cuenten, aquí las diez cosas que no sabían de Jess

  1. Tiene un oh poderoso Honda Civic color azul.
  2. A pesar de poseer el ÚNICO Honda Civic Azul de TODA Salamanca, olvida dónde lo deja y, cuando lo ve, no lo reconoce.
  3. Es la hija del jefe.
  4. Es más inteligente de lo que aparenta.
  5. Tiene un excelente gusto gastronómico.
  6. Si está en algún lugar de Guanajuato y no recuerda cómo llegar a algún lugar diferente dentro de Guanajuato utiliza el infalible método: maneja a hasta la salida de Guanajuato, y vuele a entrar. (La aplica en Salamanca y estoy seguro que en Celaya e Irapuato también)
  7. Le da por ver trenes fantasmas.
  8. Atiende llamadas como doctora corazón los domingos a las 8:30 am (sin importar a qué hora se haya ido a dormir el día anterior)
  9. Ronca
  10. Le dan miedo las escaleras, bajadas, pendientes, y caminos rocosos.

Hay más cosas, pero dijo Jess que nomás diez.