Algo sobre la muerte del Mayor Lira

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Morir es retirarse, hacerse a un lado,
ocultarse un momento, estarse quieto,
pasar el aire de una orilla a nado
y estar en todas partes en secreto.
Jaime Sabines2

Aquí suponía escribir quizá la historia, el evento, pensamiento o algo relacionado con la muerte de mi abuelo la madrugada del pasado sábado 10 de enero, pero a estas alturas de la vida creo que no hay nada sustancial fuera de lo personal que sea de verdad interesante para postear como post. El abuelo murió, he’s gone, y bueno, yo soy de los tipos a los que la muerte es de esas coas que tomo de manera relajada y simple, así que antes de que bajaran la caja y fuera sellada en la perpetuidad del Mausoleo familiar (suena super pro así, díganlo en tono serio y con un monóculo: Mausoleo familiar) pues aproveché para recitar tres sonetos que desde que los leí allá por mis años de adolescente de secundaria, los encontré apropiados para ese día, tienen buenas metáforas, y realmente explican mucho así que, sin mayor preámbulo los dejos con ellos.

XIII3

Padre mío, señor mío, hermano mío,
amigo de mi alma, tierno y fuerte,
saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
saca tu cuerpo de la muerte.

Saca tu corazón igual que un río,
tu frente limpia en que aprendí a quererte,
tu brazo como un árbol en el frío
saca todo tu cuerpo de la muerte.

Amo tus canas, tu mentón austero,
tu boca firme y tu mirada abierta,
tu pecho vasto y sólido y certero.

Estoy llamando, tirándote la puerta.
Parece que yo soy el que me muero:
¡padre mío, despierta!

XIV

No se ha roto ese vaso en que bebiste,
ni la taza, ni el tubo, ni tu plato.
Ni se quemó la cama en que moriste,
ni sacrificamos un gato.

Te sobrevive todo. Todo existe
a pesar de tu muerte y de mi flato4.
Parece que la vida nos embiste
igual que el cáncer sobre tu omoplato.

Te enterramos, te lloramos, te morimos,
te estás bien muerto y bien jodido y yermo5
mientras pensamos en lo que no hicimos

y queremos tenerte aunque sea enfermo.
Nada de lo que fuiste, fuiste y fuimos
a no ser habitantes de tu infierno.

XV

Papá por treinta o por cuarenta años,
amigo de mi vida todo el tiempo,
protector de mi miedo, brazo mío,
palabra clara, corazón resuelto,

te has muerto cuando menos falta hacías,
cuando más falta me haces, padre, abuelo,
hijo y hermano mío, esponja de mi sangre,
pañuelo de mis ojos, almohada de mi sueño.

Te has muerto y me has matado un poco.
Porque no estás, ya no estaremos nunca
completos, en un sitio, de algún modo.

Algo le falta al mundo, y tú te has puesto
a empobrecerlo más, y a hacer a solas
tus gentes tristes y tu Dios contento.


  1. Lacrimosa – Requiem KV626, W. A. Mozart []
  2. de Algo sobre la muerte del Mayor Sabines, Primera parte, escrito XII []
  3. Algo sobre la Muerte del Mayor Sabines, Primera parte []
  4. Melancolía []
  5. Inhabitado []

5 opiniones en “Algo sobre la muerte del Mayor Lira”

  1. Un abrazo.

    Cuando mi abuelo se fue (yo era su nieto consentido) éxtrañamente no lloré, pero la pesadumbre me agobiaba.

    Un día soñe con el, ibamos camninando y yo le preguntaba cosas acerca de la muerte, del cielo y de nuestra relación abuelo/nieto. El respondió mis preguntas, me despedí, el se retiro, el sueño acabó solo (no intempestivamente como a veces terminan los sueños), me desperté y ya no estaba triste, estaba contento.

    Fue raro, ya que no creo en los sueños, en los encuentros, en los espiritus, ni demas…de hecho mi abuelo decía «tenle miedo a los vivos, que los muertos ya se fueron»….

    en fin

  2. Que bueno que te tomes estas cosas de manera relajada. Finalmente la muerte siempre llega, y a uno no le queda más que acostumbrarse a esos huecos que se van quedando en el alma.

  3. simplemente morir es parte de la vida y así hay ke tomarlo! muy chida tu actitud y el detallazo kon tu abuelo ^^
    bss…

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