Y comencé con una novela, no sé como se escriben ni de qué son las novelas, pero heme aquí escribiendo lo que pretende ser una novela.
«Un cuarto de hotel, el de siempre, un espejo que sólo refleja cuerpos desnudos por temor a reflejar la triste verdad, un aroma que esta vez resulta único, una luz tenue que tiene miedo también de alumbrar la realidad…
Ahí estaba ella, ahí estaba él, un silencio tan pesado que agitaba el respirar de las cobijas tiradas en la alfombra, un silencio mortal, como lo llaman los poetas, ensordecedor dicen los filósofos, la verdad es que para Regina y para Miguel, era un silencio incómodo, idéntico al mencionado en aquella película que vieron juntos unos años atrás. Era una soledad tan perfecta, idónea para los amantes que se aman más allá de la simple carne, un cuarto de hotel, Regina y Miguel recostados en la cama uno frente al otro, abrazados, aferrados dulcemente con tan sólo la mirada deteniendo el tiempo que se les va escurriendo por la almohada…
-¿Por qué no fuiste antes así?
-No sé… creo que por miedo, miedo a que sucediera lo que está sucediendo hoy…Regina y Miguel se conocieron de una de las formas más comunes en las que las personas suelen conocerse unas a otras, por un amigo mutuo que así nada más un día los presenta sin saber que está extendiendo un contrato por amor, que aquellos dos desconocidos están firmando con una total desatención a las letras pequeñas.»…